El pasado 12 de agosto tuvo lugar una reunión de cinco miembros del colectivo Salvemos Cala Mosca con la actual alcaldesa Carolina Gracia, el concejal de urbanismo José Aix y una técnico municipal. Se trataron temas relacionados con el actual estado del sector D-1 Alameda del Mar.
En la reunión la idea principal queda clara para miembros de la alcaldía y de la asociación Salvemos Cala Mosca: desde el ayuntamiento van a seguir con los trámites para facilitar la licencia de obra. Según afirman Carolina Gracia y José Aix: “nosotros tenemos una responsabilidad administrativa y tenemos que cumplir con la legalidad. Conselleria ha dado luz verde y debemos continuar con los trámites pertinentes”. Respuesta no convincente para los defensores de Cala Mosca, que recordaron al Ayuntamiento que aprobaron en pleno el pasado septiembre de 2021 la modificación puntual del plan cuando tenían informes del secretario general en contra y el de carreteras.
Desde la asociación, los miembros también han dejado clara su postura de seguir luchando contra la especulación urbanística y preservar el último km virgen del litoral de Orihuela Costa. También han hecho hincapié en los precarios servicios de Orihuela Costa. En cómo la calidad de vida de la costa ha empeorado vertiginosamente en los últimos años por la saturación de la N-332, el mal estado de las calles y carreteras, la mala gestión de las aguas residuales y recogida de basuras, el déficit de personal sanitario, policía y sus respectivas infraestructuras. Y no menos importante, han recordado que sigue adelante el contencioso administrativo que el grupo político Cambiemos Orihuela y el propio Ministerio de Fomento han interpuesto. El Gobierno reiteró tanto a Conselleria como Ayuntamiento que los informes contrarios a la urbanización de Cala Mosca son vinculantes y preceptivos, después de que el director general de urbanismo de la Comunidad Valenciana, Vicente J. García Nebot, desestimase su obligatoriedad.
Ante los argumentos de la asociación en torno a la precariedad de servicios de la costa, los miembros del ayuntamiento reconocieron que este es un problema que se lleva arrastrando años y ahora mismo no dan a basto para solventarlo. Si construyen, admitieron, tendrán que estudiar de qué modo dar servicio a las familias que vivan en 2.267 viviendas más.
Por último, desde el colectivo por la preservación del espacio natural, se hace hincapié en la importancia de seguir animando a los ciudadanos a ser más participativos y recordar el mensaje de que es responsabilidad ciudadana dejar perder nuestro último km de costa virgen, que cuenta con dos especies protegidas.
Descarga aquí la nota de prensa de la entrevista con la alcaldesa
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